Lu fue objeto de discriminación tanto por parte de compañeros como la jefatura y la misma dirección del Concyteq, a cargo de Rabell García
Por discriminación y hostigamiento laboral, así como un despido injustificado, Lu, un joven trans de 34 años, extrabajador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq), presentó una demanda laboral y una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos (DDH), y asevera que, es necesario que exista protección para la comunidad LGBT+ en las instituciones.
Originario de Guanajuato, Lu llegó a Querétaro hace tres años, después de realizar estudios en Veracruz y España, además de trabajar en León, Guadalajara y la Ciudad de México. Aunque su acta de nacimiento aún tiene registrado el nombre de Lucía Navarro, se identifica a sí mismo como miembro de la comunidad LGBT+ y trans.
Cambios con Rabell García
Al ser comunicólogo y dedicarse a la publicidad, explica que, durante su labor en el Concyteq, estuvo en un programa de ciencia y tecnología para niñas y niños. Sin embargo, con el cambio de administración y la entrada de Enrique Rabell García como director, fue removido de su puesto, pues desapareció el programa para el que trabajaba y la mayoría de sus compañeros, contratados por honorarios, fueron despedidos.
Aunque fue asignado a un área de Comunicación Social, su oficina ubicada en el péndulo de Foucault del Centro Cultural Manuel Gómez Morín, no cumplía las condiciones para realizar su trabajo, pues «estaba en una cocina». A esto, se le sumó las actitudes irrespetuosas y de discriminación, por ser parte de la comunidad LGBT+, incluso con comentarios ofensivos y homofóbicos en un chat de trabajo. Ante ello, Lu presentó una queja por situaciones de discriminación por su orientación sexual.
Renuncia forzada
El 14 de marzo de este año, un contador llegó a su oficina para exigirle que desocupara su plaza, pues era una supuesta “orden directa” de la Secretaría de Educación y se le persuadió para que firmara un convenio donde aseguraba que la relación laboral concluía con satisfacción para ambas partes. «En ese momento me retiraron de mi oficina, me retiraron mi equipo de trabajo, me cerraron mi mail institucional y me llevaron al Tribunal de Conciliación y Arbitraje», denunció.
Sin embargo, al ser un despido injustificado, motivado por la queja que presentó por homofobia, Lu asegura que ingresó una demanda laboral, ya que, también relata, en repetidas ocasiones se le relegaba e ignoraba su trabajo. Esto aunado a las situaciones de discriminación en las que incurrieron tanto compañeros como la jefatura y la misma dirección del Concyteq, a cargo de Rabell García.
Homofobia y discrminación
Por ello, asevera que es necesario que en las instituciones exista cabida para la diversidad y la sociedad se sensibilice, ya que son frecuentes las actitudes de discriminación por ser parte de la comunidad LGBT+. “A lo largo de mi vida y conforme he ido descubriendo y trabajando sobre mi identidad, he encontrado resistencias en todos lados. Es duro crecer así. De alguna manera, he estado en una posición privilegiada. He podido terminar mis estudios, mi familia me apoya (…) quiero seguir expresando mi identidad. Me hace feliz», agrega.
Actualmente, su audiencia está programada para agosto y, sigue en proceso la queja que interpuso ante la DDH y que fue clasificada por homofobia y discriminación. Sin embargo, hasta la fecha, no hay una resolución por la queja que ingresó en el Concyteq.