Con los efectos del encierro y los contagios de la pandemia de Covid-19 se generó un escenario familiar adverso
La salud mental de las infancias en Querétaro está en riesgo, y se ha agravado tras la pandemia por Covid-19, alertó el especialista Juan Carlos García Ramos, durante el foro con profesionales “La salud mental de niñas, niños y adolescentes”, en donde diversos expertos alertaron de problemáticas en la población, tales como el abuso de sustancias, ideaciones suicidas y problemáticas para la socialización. De acuerdo con García Ramos, con los efectos del encierro y los contagios de la pandemia de Covid-19 se generó un escenario familiar adverso que ha tenido repercusiones en los menores.
«Históricamente la infancia, ha sido olvidada en muchos aspectos, y más ahora con la pandemia, y los efectos del contagio del coronavirus que se está dando, pues viene a generar un escenario familiar, adverso y difícil que ustedes ya señalaron, problemáticas en la familia, violencia, abuso, que nos hace pensar que el enemigo está en casa», subrayó.
Adicciones y tendencias suicidas
La especialista Esther Cetina alertó que, preocupa la gran cantidad de jóvenes entre 13 y 15 años que llegan a los servicios de salud por problemáticas como intentos suicidas y consumo de sustancias como el cristal. Comentó que, detrás de estas problemáticas, existe desintegración familiar y situaciones de violencia. «Cada vez estamos viendo, consumo de sustancias a menor edad y, sobre todo, con mucho daño», advirtió.
La IAP Psyque enfatizó que, tras la pandemia, aumentaron exponencialmente sus servicios de atención psicológica, pues registran entre 90 y 95 servicios diarios. Las problemáticas más frecuentes son abuso sexual, intentos suicidas y ansiedad; asimismo, advirtió que son los mismos jóvenes quienes piden ayuda psicológica.
A lo largo del foro también trascendieron problemas de adaptación postpandemia como dificultades para socializar, de imagen, además de disminución en la autoestima. A esto se le suma, que hay menores que fueron sobreprotegidos por sus padres en este periodo y que, hasta la fecha, siguen sin asistir a encuentros sociales, lo que ha repercutido en su socialización.