Alertó sobre la falta de disposición del líquido si hay complicaciones en la infraestructura, como ya ha sucedido recientemente
El Acueducto III no es la solución para la problemática de la falta de agua en Querétaro, consideró Claudia Romero, responsable del equipo legal de Bajo Tierra Museo del Agua., quien resaltó que no resuelve de fondo el problema, así como que no es la solución más sustentable.
Explicó que este tipo de medidas tiene un impacto ecológico importante que no se ha considerado, al desviar el cauce natural del agua, como se ha hecho con los Acueductos anteriores, además de que los proyectos pasados han deteriorado los mantos acuíferos existentes que están sobreexplotados y en lugar de buscar restaurarlos, ahora buscan traer agua de más lejos.
Señaló que genera deuda ecológica en términos de recursos, ya que esa agua debería de tener un fin diferente, lo que genera una problemática muy importante en cuanto a desequilibrios ecológicos, así como a las comunidades por las que pasa, ya que son asentamientos que a veces se quedan sin el líquido para que sea llevado a otros lugares.
De igual forma alertó sobre la falta de disposición del líquido si hay complicaciones en la infraestructura, como ya ha sucedido recientemente, ya que cualquier factor externo puede afectar que se tenga la disposición del agua, tal como sucedió con el desfogue de la Presa Zimapán.
Resaltó, que se deben de tomar en cuenta los factores económicos en cuanto a los costos, tanto de creación como de mantenimiento y energético que implica poder asegurar el abastecimiento con grandes dispendios de recursos estatales, los cuales muchas veces son desperdiciados ya que el recurso se pierde en la ciudad por las fugas que constantemente se tienen.
Finalmente, comunicó que desde los especialistas en agua se proponen varias vías para abastecer el líquido en lugar de un Acueducto III, como sanear las aguas superficiales existentes, usar presas y bordos para abastecimiento y no solo con fines recreativos u ornamentales, la captación de lluvia, el uso eficiente de agua, la restauración de las cuencas ya explotadas y hacer más eficiente la red de agua potable.