Asentó que seguirá usando la banqueta de 5 de Febrero hasta que no tenga las condiciones para poder transitar de forma segura
Viridiana Carranza, ciclista de la ciudad de Querétaro, ha tenido que optar por este medio de transporte ante la deficiencia del transporte público y el abultado tráfico vehicular causado por las obras en avenida 5 de Febrero: Hace unos 30 minutos de trayecto para llevar a su hijo al preescolar y después acudir a su trabajo; sin embargo, diariamente tiene que sortear a los automovilistas que llegan a transitar imprudentemente y las malas condiciones (o la ausencia) de las ciclovías en la ciudad.
“Comienza la obra y empezamos a preocuparnos sobre cómo íbamos a hacer para trasladar a mi hijo porque en coche estábamos haciendo 45 minutos o, días en los que colapsaba la ciudad, hasta una hora para recorrer una distancia de 5 kilómetros. Muchísimo tiempo para una distancia muy corta”, comentó.
Movilidad sin opciones
Su trayecto inicia desde la colonia Felipe Carrillo Puerto, toma la avenida San Diego para llegar a calle Espuela del Ferrocarril; en esta calle, a la altura en donde se encuentran las vías del tren, es más complicado transitar debido a la pendiente y por los motociclistas que invaden la ciclovía. El mal estado de la infraestructura para los ciclistas hace más complicado su viaje, compartió.
Después recorre la avenida 5 de Febrero, donde no hay ciclovías (al menos aún, de acuerdo al proyecto que planea Gobierno del Estado); lo que la ha orillado a transitar con su bicicleta en la banqueta. Detalló que este lugar para peatones es amplio y eso permite que puedan transitar con precaución los ciclistas en esta avenida. Asentó que seguirá usando la banqueta de 5 de Febrero hasta que no tenga las condiciones para poder transitar de forma segura. Señaló que el transporte público hace el doble de tiempo que el que dispone al usar la bicicleta por la ciudad.
Ciclismo tampoco es opción para todos
“Al no haber las condiciones para que yo circule de manera segura, opto por subirme a la banqueta, obviamente respetando y priorizando al peatón (…) Entra el dilema de ¿por qué los ciclistas están usando las aceras? Imprudencias de automovilistas: muchísimas, desde quien no te cede el paso, que a veces yo apelaría a su consciencia respecto al esfuerzo físico que vamos haciendo. A veces no cederte el paso te obliga a frenar y a otra vez esforzarte para tomar impulso. Entonces eso: no ceder el paso, no respetan la distancia, pasan al filo. Tengo que circular por el carril completo, porque llevo a mi hijo y es una manera más segura de que no puedan aventarse”, comentó.
Finalmente mencionó que al menos la bicicleta ha fortalecido la relación con su hijo y también le ha ayudado a tener una mejor condición física; aunque lamentó que la bicicleta no es accesible para todos ya que no en todas las zonas de Querétaro cuentan con ciclovías y las distancias que recorre cada persona son distintas; por lo que resulta complicado que opten por la bicicleta como medio de transporte.