TEXTO| Manuel Rivera y Diego Hernández
FOTO| Ángel Rodríguez
Amilcar Godínez consideró que actualmente ve la estructura de Club Querétaro débil y no recomienda que se vuelvan abrir las puertas para el público en sus juegos en condición de local
Aún genera incertidumbre el regreso del público al recinto a un año de los hechos del 5 de marzo de 2022, en los que se protagonizó en el estadio de Corregidora un conato de bronca entre los asistentes al encuentro de fútbol entre Atlas y Gallos Blancos. Presencia Universitaria se dio a la tarea hablar con dos personas que presenciaron lo sucedido: Emmanuel Macías, comentarista deportivo, y Amilcar Godínez, coordinador del grupo de apoyo Resistencia Albiazul, quienes analizaron lo que sucedió aquel sábado.
Educación y espectáculo
Amilcar Godínez Martínez es integrante y coordinador del grupo de animación de la Resistencia Albiazul, animadores del club Gallos Blancos. Después de un año de lo sucedido consideró que la violencia que se ha suscitado en el futbol mexicano no ha sido únicamente por las barras sino por un problema sobre la educación en la sociedad en México. En el caso de los actos violentos que ocurrieron de aquel 5 de marzo, aseguró que, de los 4 mil integrantes de la Resistencia Albiazul, 3 mil 900 no se involucraron en la riña.
Casos anteriores
En ese sentido, se deben de recordar otros incidentes de riña que se han suscitado en el futbol mexicano anteriormente al 5 de marzo: En 2019 en el estado de San Luis Potosí, asistentes locales y aficionados queretanos protagonizaron un conato de bronca que no excedió los límites como el de 2022; de igual forma en 2018 un clásico entre escuadras de Nuevo León tuvo este mismo resultado; siendo un fenómeno que se replica de manera periódica en el futbol mexicano, ya sea dentro del estadio o en las calles.
El 5-M
Aquella ocasión en Querétaro, de acuerdo a la cronología de los hechos, se pudieron ver las primeras confrontaciones en la cara sur del estadio, siendo una zona que se encontraba la afición visitante, como también es un lugar designado para las familias; no obstante, no había un cerco de seguridad divisorio; por lo cual no había una barrera para separar estados grupos. Después se dio a conocer que la empresa de seguridad privada no tenía los elementos suficientes para dar cobertura al encuentro, elemento suficiente para que Protección Civil prohibiera el inicio del juego, pero no lo hizo.
Emmanuel Macías, periodista deportivo, habló al respecto, ya que él se encontraba en cancha aquel sábado. Describió que el ambiente se encontraba tenso desde un inicio y durante el desarrollo del juego, pudo ver desde la banca de los Gallos Blancos que había movimientos en los pasillos del estadio; lo cual lo empezó a preocupar e incluso comentó al aire en su medio de comunicación “Esto está a punto de descontrolarse”. Posteriormente la violencia creció al punto de que el partido no pudo continuar.
Macías continuó su relato y cuando la violencia invadió el terreno de juego optó por quitarse los distintivos que lo acreditaban como trabajador de un medio de comunicación, después buscó refugio con un compañero periodista y posteriormente, con el entonces presidente deportivo de Club Querétaro, Adolfo Ríos, quien tenía las manos ensangrentadas debido a que había intentado separar a dos aficionados de una pelea, detalló.
De acuerdo a los video difundidos por asistentes a este encuentro, abandonaron las tribunas y empezaron a resguardarse en la cancha del estadio; sin embargo, también ahí se podían ver agresiones en contra de personas que portaban playeras del equipo contrario. Mucho de lo sucedido ese día se dio a conocer en las redes sociales, la viralización del material audiovisual de lo que ocurría en el estadio era inmediata; cuestión que generó incertidumbre en la sociedad, ya que la observar el nivel de violencia se sospechó que podría haber gente muerta, sin embargo, de acuerdo a la versión oficial, nadie murió ese día.
Después de lo vivido, Amilcar Godínez consideró que actualmente ve la estructura de Club Querétaro débil y no recomienda que se vuelvan abrir las puertas para el público en sus juegos en condición de local debido a que no se puede garantizar aún la seguridad en su totalidad.