Aunque la empresa tiene alrededor de 15 años instalada en esta comunidad, los problemas iniciaron desde hace aproximadamente 5 años
Una granja ganadera de la comunidad de El Ciervo, en el municipio de Ezequiel Montes, contamina el aire y agua de la comunidad, acusaron habitantes. El aumento de la producción ganadera en este lugar ha causado afectaciones visibles al medio ambiente, así como daños a la producción agrícola de algunas parcelas y a la salud de la población, señalaron.
Aunque la empresa tiene alrededor de 15 años instalada en esta comunidad, los problemas iniciaron desde hace aproximadamente 5 años, por la notable presencia de polvo en el aire y malos olores. Las partículas son grandes, e incluso causan endurecimiento en el cabello, ropa y piel al contacto, dejando además olor similar al del estiércol. La polución dificulta incluso la respiración, sobre todo en horarios vespertinos, que es cuando se hace más visible la nube de polvos.
«Lo que pasa es que eran pocas cabezas, entonces, no se notaba mucho, en la problemática de ahora, y como ya creció tanto su ganado, la polución que hay en el pueblo es demasiado, cuando caen las 5 de la tarde no podemos salir porque se siente un olor a estiércol, medicina, es un polvo que se nos mete por las narices, los niños se están enfermando y no los decimos solo nosotros el doctor de la clínica puede dar testimonio de esto», denunció Diana Carolina Sánchez, habitante de El Ciervo.
Niños y personas mayores, en particular, están expuestos a infecciones recurrentes en vías respiratorias, probablemente por factores relacionados con la exposición a los polvos que generan los corrales.
«Tiene un problema, la llevo con el oftalmólogo cada tres meses, ella aún con tratamiento, cada tres meses, vamos y trae la infección, también él nos dijo que por qué, si cada 3 meses, va a revisión y aún con el tratamiento, la infección siempre está ahí, mi hija tiene 19 años, ya siete años y la infección siempre está ahí», lamentó Verónica Moreno, habitante de El Ciervo.
De igual manera, el bordo San Cayetano, que anteriormente daba abasto de agua potable a la zona, se ha convertido en nicho de fauna nociva, ya que a este punto llega el agua arrastrada desde la Granja, particularmente en temporada de lluvias.
Por petición de la población, personal de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) hizo una inspección; sin embargo, únicamente comentaron que sería necesaria la construcción de una planta tratadora para aminorar la contaminación en este sitio.
«Viene el agua y se estanca aquí en el bordo, y es un olor insoportable, si nosotros vivimos hacia arriba, no lo aguntamos, ahora ellos que viven tan cerca. Le comenté al señor, ustedes tienen cabeza de ganado, yo tengo cabezas de dengue», subrayó Micaela Ramírez, Subdelegada El Ciervo.
Las complicaciones derivadas de la operatividad de esta granja, han causado también la inquietud respecto a la posible instalación de otros corrales en la zona cercana a la secundaria, ya que temen que estos incumplan también la normatividad sanitaria y ambiental.