Por: Thelma Herrera
Foto: Ruth Soto
El estado de Querétaro está en la posición número 23 a nivel nacional con mayor porcentaje de población ocupada que trabaja más de 48 horas a la semana, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
De acuerdo con investigadores, la reforma que se propone para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales es necesaria para garantizar un descanso digno y los derechos de los trabajadores, pues de lo contrario también se ve afectada la productividad de la que se habla.
«Evidentemente tiene efectos para los trabajadores y trabajadoras. Imagina tener estas jornadas extenuantes: Además, si trabajas tiempo extra, tener un solo día para poder recuperarte. Es una cuestión que apunta o que puede apuntar a problemas de salud en la clase trabajadora. Bajo esta lógica, se propone la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas; en la cual los trabajadores tendrían la posibilidad de contar con 2 días de descanso», explicó el doctor Javier Salinas García.
Empresarios, en contra
El sector empresarial se ha manifestado en contra de esta iniciativa que actualmente se encuentra congelada, toda vez que consideran que, en algunos giros, reducir la jornada laboral puede resultar contraproducente, como es el caso de la manufactura y otros sectores, pues consideran que podría no alcanzarse el objetivo de producción semanal, reduciendo las ventas.
Algunos otros investigadores consideran que es “una deuda histórica con la clase trabajadora”, motivo por el cual debe considerarse su aprobación para garantizar el bienestar de los trabajadores.
Ventajas
Entre las ventajas que advierten son: la mejora de la salud física y mental, que, a su vez, abona en la reducción del estrés, así como una mayor satisfacción laboral y eficiencia. La prevención de enfermedades es otro punto a considerar, lo cual, consideran, también ayuda a tener una mejor eficiencia y rendimiento en los centros laborales.
La última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) expone que por lo menos el 26% de la población económicamente activa en la entidad trabaja más de 48 horas semanales. Quienes apoyan la reducción de la jornada laboral consideran que también es necesario cambiar la forma en la que interpretamos el término “productividad”, pues consideran que no debe estar relacionada a cuánto tiempo pasamos en los centros de trabajo.