Foto| Alexis Meza
Uno de los mayores desafíos que enfrenta Querétaro es la falta de preparación para captar y utilizar el agua de lluvia, pues el estado no está equipado para retener y canalizar el agua de lluvia y tratarla para el consumo de la población, señaló Julio Díaz, especialista en sustentabilidad, quien dijo que este problema se agrava debido al cambio en el uso del suelo, pues en terrenos fértiles de siembra se construyen casas, comercios o industrias.
“Hay varios movimientos que se han estudiado, y uno de ellos es la precesión es la inclinación de la tierra. El ciclo de la inclinación de la tierra dura 26 mil años, y hoy en día estamos, la inclinación que se está dando, por eso, es que al inclinarse el eje es que los polos quedan más expuestos hacia el sol, y por eso es que se derriten los hielos”, manifestó Julio Díaz.
Explicó que, aunque las actividades humanas han contribuido a este problema, factores naturales también juegan un papel significativo. “Contra la naturaleza no podemos”, afirmó. Entre los factores naturales mencionó los movimientos de la tierra, como la precesión y la inclinación del eje terrestre, que exponen más los polos y alteran los patrones climáticos.
La urbanización de tierras fértiles ha afectado negativamente la capacidad de la entidad para enfrentar la escasez de agua. Hizo un llamado a la implementación de planes de desarrollo adecuados que no se basen en los intereses de inversionistas sino en el bienestar de la comunidad y el medio ambiente.