Más de 120 elementos de policía e inspección de Querétaro confrontaron a manifestantes indígenas y comerciantes este viernes 25 de octubre que se oponían de manera pacífica en el Jardín Zenea al operativo contra el ambulantaje en el Centro Histórico; lo que derivó en la detención de cuatro manifestantes sin razón aparente y cuatro personas heridas: un artesano y una locataria por mordeduras de perros policías y un policía y una inspectora por esguinces.
Agresiones
La policía golpeó y empujó a los manifestantes, además que quitó el bozal de los perros policías y actuaron en contra tanto de los manifestantes como de la ciudadanía en general y periodistas que se encontraban reportando el incidente.
Pese a las agresiones de los policías, las autoridades aseguraron que no hubo un uso desmedido de la fuerza, tal es el caso del superintendente del Centro Histórico, Marco Álvarez Malo, quien afirmó que no hubo un uso excesivo de elementos policiacos ni de la fuerza pública.
“Parece un despliegue muy grande de inicio, pero no. Si ya estamos distribuidos en todas las plazas, la cantidad de elementos es apropiada para el operativo. En las plazas hay de 5 a 10 elementos”, compartió el superintendente del Centro Histórico, Marco Álvarez Malo.
Por su parte el secretario técnico de la Secretaría de Gobierno, Juan Carlos Arreguin, expresó que no es un acto de represión, ni de discriminación en contra de los artesanos, sino que se pondrá en orden a todo el comercio establecido y ambulante.
“Es en contra del comercio informal. No estamos en contra de que la gente trabaje, pero, hay reglamentos que permiten que muchos de estos comerciantes ambulantes puedan entrar en cierta formalidad. Los reglamentos lo prevén, lo que nos podemos permitir es que se pongan en las banquetas obstruyendo el paso, lo que no podemos permitir es que se pongan al exterior de algunos comercios, dañando y generando una competencia desleal”, manifestó el subsecretario técnico de Gobierno, Juan Carlos Arreguin.
Detenciones
Tras las detenciones, los artesanos se manifestaron en Plaza de Armas, posteriormente en la calle Corregidora y luego en Corregidora esquina con Zaragoza, en donde permanecieron por más de una hora, ahí se detuvieron a otras cuatro a seis personas más, dos de ellas estudiantes Odanny Guadalupe Soto Esguerra, estudiante de la Facultad de Ingeniería y Christian Jesús Pérez Romero, de la facultad de Filosofía y el resto artesanos.
Tras la detención, Comité Cerezo sacó una acción urgente donde piden la liberación de los detenidos y califican el actuar como una detención arbitraria y con uso excesivo de la fuerza para reprimir a los comerciantes.