Durante esta semana, vendedores ambulantes y artesanos indígenas han instalado puestos en el Jardín Zenea y el Jardín Guerrero de Querétaro para ofrecer sus productos. Aunque se presume que cuentan con autorización oficial, el Municipio de Querétaro no ha emitido ningún pronunciamiento al respecto, a pesar de solicitarse la información, generando dudas sobre las condiciones de su presencia en estos espacios públicos, pues hasta hace no mucho la postura del presidente municipal, Felifer Macías, fue no permitir el comercio ambulante, tras acuerdos con estos grupos.
Esta situación ocurre tras meses de operativos municipales enfocados en retirar el comercio informal del Centro Histórico, bajo el argumento de proteger la imagen urbana y garantizar condiciones equitativas para el comercio establecido. Sin embargo, la presencia de estos ambulantes ha despertado críticas tanto de comerciantes formales como de ciudadanos que cuestionan la eficacia de las regulaciones y los criterios para otorgar permisos.
Comerciantes contra comerciantes
Los comerciantes establecidos han señalado que la falta de regulación sobre el ambulantaje afecta directamente sus ventas, ya que deben cumplir con impuestos y normativas que no siempre se aplican al comercio informal. Además, advierten que la competencia desleal podría intensificarse si no se toman medidas claras para ordenar esta actividad. Sobre la calle de Madero, llegando al Jardín Guerrero incluso se ve una manta que señala textualmente: “El comercio establecido en el centro histórico exige regular a los ambulantes vendedores, debido a que son competencia desleal al no pagar todas las responsabilidades que implica ser locatario”.
Por su parte, los vendedores ambulantes han argumentado que los mercados artesanales designados por el municipio no generan suficientes ingresos debido a la baja afluencia de clientes, lo que los obliga a buscar zonas de mayor concurrencia. No obstante, hay quienes han señalado que algunos de los productos ofrecidos no son artesanales, sino artículos importados, lo que ha generado dudas sobre la autenticidad de su actividad.