FOTO: Ángel Rodríguez
“No sabemos sí existen permisos de Conagua, de Pepmadu, de Profepa de Semarnat y si los hay, ¿Bajo qué criterios se otorgaron esos permisos?”, cuestionó Roldán Soria
Ambientalistas advierten del riesgo en el impacto ambiental que se genera por la ampliación de la Carretera 413, ubicada en Corregidora, y que se prevé concluir para mayo de este año, debido a que se están derribando árboles localizados a un costado del área natural protegida de El Batán; así lo advirtió la activista Teresa Roldán Soria, integrante de Voceros de la Madre Tierra.
En entrevista telefónica, Roldán Soria señaló que, desde la construcción de esta ampliación, anunciada desde noviembre del año pasado por las autoridades estatales, se han comenzado a impactar los diversos ecosistemas de El Batán, ya que cae el material de la obra en el área natural protegida; lo que daña a ejemplares de cactáceas, huizaches, mezquites, ente otros.
“Esto no puede estar sucediendo. No está habiendo un buen manejo de la vegetación. No sabemos sí existen permisos de Conagua, de Pepmadu, de Profepa de Semarnat y si los hay, ¿Bajo qué criterios se otorgaron esos permisos? Y ¿bajo qué criterios se está llevando el desarrollo de la obra? Porque si hubo permisos, no deberían estar actuando como lo están haciendo”, declaró.
La activista indicó que el paso está impedido para verificar en qué condiciones está el arbolado, por lo que se buscará realizar una exploración con un técnico certificado para revisar el estado de la vegetación y del río, pues el agua se ve estancada y se teme que se genere putrefacción, con lo que estarían en peligro las especies que ahí habitan.
Apuntó que, pese a buscar a Roberto Sosa, presidente municipal de Corregidora, no se ha tenido respuesta, por lo que también se buscará a José Luis Peña Ríos de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (PEPMADU). Aunado a esto, se presentará escritos ante las instancias involucradas y una denuncia ante la Profepa por el daño a la zona.