De 2010 a 2014, aproximadamente el 55 por ciento de todos los abortos se realizaron en condiciones de seguridad, de acuerdo a la OMS
En numerosos grupos de Facebook, decenas de mujeres preguntan sobre procedimientos para abortar en casa. “… ¿alguien me puede ayudar con algún té para abortar?, “En una hora me tomo la tercera dosis, el detalle es que solo he tenido cólicos, temperatura, escalofríos y diarrea. No sé si sea normal” son algunas de las preguntas que realizan las usuarias.
“Hola, soy acompañante”, “Un té no, es misoprostol” o “Es normal. Si tienes más dudas, puedes escribirme”, les responden a su vez, otra decena de mujeres que acuden a su auxilio. Algunos grupos se mantienen privados y funcionan como foros, mientras que otros, son páginas de Facebook que anuncian de forma explícita que son acompañantes; es decir, mujeres organizadas que brindan información, atención psicológica y, en algunos casos, asesoría legal para realizar abortos con medicamentos en los países donde aún se criminaliza la interrupción del embarazo.
Restricciones
Querétaro, al igual que Guanajuato, es uno de los estados del país que mayores restricciones tiene sobre el aborto. En el Código Penal del Estado, solo se contemplan dos causales donde no es sancionable la interrupción del embarazo: “cuando sea causado por la culpa de la mujer embarazada” y cuando sea “resultado de una violación”.
Sin embargo, la restricción del aborto no ha impedido que las mujeres realicen esta práctica. Marina es una de las acompañantes que hay en el estado y cuya organización acompañó de junio del 2020 al mismo mes del 2021, a 36 mujeres que decidieron interrumpir su embarazo en casa. La mayoría residentes de la capital del estado o municipios como Cadereyta, El Marqués o Pedro Escobedo; así como de otros estados como Guanajuato y, con edades desde los 17 hasta los 40 años.
Autopreparación
Al igual que sus compañeras, Marina tomó cursos y capacitaciones durante la pandemia para poder acompañar abortos; esto siguiendo los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que, desde el 2020, incluyó el aborto como una de las intervenciones esenciales de la atención de salud.
«El aborto, ya sea farmacológico o quirúrgico, es una intervención sencilla que pueden practicar una amplia gama de trabajadores de la salud. Durante las 12 primeras semanas de gestación, la embarazada puede abortar en su domicilio o sin necesidad de acudir a un establecimiento de salud, al menos durante parte del proceso. Sin embargo, para que ello sea posible se deben proporcionar información precisa, medicamentos de calidad y el apoyo de un profesional de la salud calificado», señala la página de internet de la OMS.
“Empezamos a tomar distintos cursos de acompañamiento de abortos. Nos hemos preparado para todo esto. De todos modos, los seguimos tomando y fue el querer acompañar, saber que estamos en un contexto bien complicado, aquí en Querétaro y no querer dejar solas, solxs, solos a quien sea que desea abortar”, señala Marina.
Acompañamiento
Sin embargo, la labor del acompañante va más allá de dar información. Marina enfatiza que, a lo largo del proceso, van surgiendo dudas e inseguridades por parte de las mujeres, pues en algunas ocasiones, se acercan asustadas y, es necesario darles contención. Este tipo de reacciones, menciona, muchas veces está motivada por la desinformación y el estigma que existe sobre el procedimiento, sin embargo, enfatiza que es necesario ver el aborto como un proceso médico, al igual que otros, y como parte de la vida reproductiva de las mujeres y personas gestantes.
También señala que una persona puede decidir interrumpir su embarazo por muchas razones, y no es necesario que esto se comunique a las acompañantes, pues esto es decisión individual. Aunque en muchas ocasiones, Marina reconoce que se ve el aborto como algo » peligroso, detalla que de los más de 30 casos que acompañaron en un año, solo dos personas se acercaron a un hospital para cerciorarse que no existieran dificultades en su procedimiento.
Riesgos
Según la OMS, cuando los abortos se realizan de conformidad con las directrices y normas de la organización, el riesgo de complicaciones graves o muerte «es insignificante». De 2010 a 2014, revelan que aproximadamente el 55 por ciento de todos los abortos se realizaron en condiciones de seguridad, un 31 por ciento, fue menos seguro y que, generalmente, se refieren a métodos poco seguros o con personas no cualificadas.
Solo aproximadamente el 14 por ciento de los casos se trató de abortos «nada seguros» realizados con métodos peligrosos, como la introducción de objetos extraños y el uso de hierbas. «El número de muertes por complicaciones derivadas de abortos peligrosos fue elevado en las regiones donde la mayoría de los abortos se realizaba en condiciones nada seguras», agrega la OMS.
Prohibición no reduce su realización
Dicha organización, también asevera que restringir el acceso al aborto no reduce su práctica. En los países donde el aborto es legal, casi 9 de cada 10 se realizó de manera segura; en contraste con países donde al aborto está completamente prohibido, o con pocas excepciones, pues ahí solo uno de cuatro fue seguro; según la OMS.
Aunque ya son nueve estados de 32 en el país que han despenalizado el aborto, Marina advierte que este escenario se ve más complejo para Querétaro, pues cuando se presentó una iniciativa en el 2020, en la pasada Legislatura, su discusión se hizo a “puerta cerrada”. Esto aunado a que, en el Congreso local, aún hay mucha presencia de partidos conservadores y hay pocos aliados con los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes.
Decisión
“Es importante trabajar desde el estigma y hablar del (aborto) como parte de nuestra vida reproductiva (…) El hecho de querer restringir el aborto: eso es lo no normal, es lo que va en contra de nuestra autonomía, de nuestro cuerpo, incluso, ciclos biológicos. Eso es lo que hay que ir cuestionando», agrega.
Algunas de las dudas de las mujeres que se acercan para pedir un acompañamiento, están relacionadas con el tiempo que se necesita para practicarse el aborto, en qué circunstancias no puede realizarse y sus consecuencias; sin embargo, Marina asegura que la mejor arma para enfrentarse a estas inquietudes es la información y reconoce que puede ser un proceso doloroso, que cada quien atraviesa de manera distinta; por lo que insiste en la necesidad de quitar el estigma. «Al final es un proceso complicado, porque lo ideal es que no tendrían que pasar por todo este miedo de… ¿Qué pasa si esto se complica? (…) Nuestra responsabilidad como acompañantes es buscar la forma de tranquilizarlas, compartirles información», agregó.