FOTO| Ángel Rodríguez|
Señaló que estos árboles pudieron trasplantarse a zonas urbanas, donde no existiera riesgo de un equilibrio ecosistémico
Los árboles que han sido trasplantados de avenida 5 de Febrero a la reserva ecológica El Tlacuache toman alrededor de seis meses de extremo cuidado para adaptarse al nuevo hábitat, indicó la activista Teresa Roldán, quien llamó a que se tome en cuenta la opinión de las ambientalistas, pues las obras públicas tendrían que adaptarse a la vegetación y esta no debería de ser removida. Esto tras dar a conocer Marco Del Prete, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), que ya se han reubicado 40 árboles en la reserva ecológica El Tlacuache, los cuales están en proceso de adaptación.
En entrevista, Roldán recordó que el tamaño de las especies que se han trasplantado son grandes y requieren más agua; lo que conlleva un riesgo de que no se adapten, además de que impactarán la zona de la reserva ecológica El Tlacuache, la cual podría perder su vocación de zona protegida. Señaló que estos árboles pudieron trasplantarse a zonas urbanas, donde no existiera riesgo de un equilibrio ecosistémico.
“Muchos árboles no son factibles de retirarse y volverse a plantar. No tienen el tamaño, ni las características para que esto suceda. Ojalá me equivoque (…) pero tememos que haya muerte de árboles y los recursos que se estén destinando para esto, sea un gasto totalmente infructuoso que podría haberse ocupado para dotar de arbolado a la zona donde está haciendo muchísima falta”, declaró.
Mencionó que, si bien se inscribieron en el programa de Qrotectores, aún no han sido convocadas para participar en este; por lo que reiteró el llamado a las autoridades se tome en cuenta la opinión de ambientalistas y especialistas en este tipo de proyectos, pues no puede aceptarse que se ingresen árboles que no son de la región, en zonas naturales protegidas y, con esto, poner en riesgo a esos espacios.