• 19 de septiembre de 2024 11:30 AM

Arte Maguey: el ixtle de Villa Progreso, Ezequiel Montes

PorMaría Díaz

Ago 29, 2024

📸Fotos | María Díaz

Isaías Mendoza es artesano desde hace 30 años, originario del pueblo de Villa Progreso, Ezequiel Montes: A través de los últimos años ha consolidado arduamente su proyecto artesanal “Arte Maguey”, un taller de artesanías elaboradas a base del ixtle: la fibra del maguey, el cual ha dejado identidad cultural en la comunidad.

Desde muy pequeño comenzó a trabajar el ixtle con sus hermanos. “Es un oficio familiar, por herencia, somos la cuarta generación que venimos trabajando desde chiquillos, nuestros papás nos enseñaron a trabajar el ixtle”, detalló. Durante los primeros años en trabajarlo, Isaías mencionó que elaboraban únicamente mecates, riatas, ayates, morrales, lomeras; piezas que se utilizaban principalmente para el campo y los animales.

 

Del caos al hilo

 

Foto| María Díaz

La materia prima que utilizan son las fibras de agave lechuguilla, henequén y el maguey xamini de la zona. Hay cuatro pasos esenciales para hacer una cuerda o riata de ixtle para comenzar trabajar en lo que se desee: Se tallan y desfibran las hojas el maguey, luego se dejan secar, posteriormente se escarmena (es decir, se desenmarañan) y finalmente se hilan.

 

Colores locales

Para las artesanías con color se utilizan tintes naturales y anilina. “Los tintes naturales los recolectamos desde raíces, cortezas de árboles como el mezquite, el huizache; usamos semillas, cáscara de nuez, hierbas, como la santa María, canela y la cochinilla que produce el nopal”, mencionó. Para los colores más llamativos que presentan algunos productos utilizan anilina y arcilla. El naranja, rojo, morado, rosa, amarillo, verde y azul son los colores que más adornan las obras. “Les nombramos colores mexicanos”, señaló.

 

Foto | María Díaz

Abanico

En su taller, Isaías Mendoza realiza espejos, cepillos, cajas, tortilleros, tapetes, esferas, bolsas, piñatas, piezas decorativas, imágenes religiosas y kits de limpieza. “De cualquier tipo tenemos, de lo que me manden a hacer: yo lo hago”, afirma Isaías, quien agrega que los productos para el hogar son los más buscados a la par de los nacimientos de poco más de un metro de alto, que requieren más de 4 meses para ser elaborados.

 

Vuelta de tuerca

 

A lo largo de sus años de trabajo, Isaías detalla con entusiasmo el orgullo que le generan en la actualidad los logros y avances en su taller, a pesar de los retos y dificultades que han presentado, ya que ser un artesano requiere de un gran esfuerzo.

“Es un orgullo mantener esto que desde chicos nos vio crecer, nos dio de comer, es meramente una satisfacción muy grande a pesar de tantos años que han pasado, que aún sigue el trabajo del ixtle a través de nosotros, pero ahora dándole un enfoque diferente, creatividades diferentes que nunca pensamos hacer. Yo había visto nacimientos de barro, de piedra, pero nunca pensé hacer algo de ixtle o piezas como estas. Me siento orgulloso de mí mismo, de lograr todas estas cosas que sigo haciendo, y que además a mi familia la estoy sacando adelante con esto”, expresó con emoción Isaías. Isaías Mendoza busca dejar iniciativa y motivación a que siga vida esta herencia cultural: “Cuando deja de haber una importancia, si no apoyas a la cultura, la cultura se va a perder”.