“Siempre ha sido su manera de lavarse las manos, y no asumir que criminalizan la protesta”, declaró Martínez Galán
El culpar a “personas de fuera” por los daños que ocurrieron en el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una estrategia que ha funcionado a las autoridades para “lavarse las manos” y no asumir la responsabilidad que tienen, además de que contribuye a la criminalización de la protesta, apuntaron las activistas Alejandra Martínez, de Aquesex, y Yuriria Pérez de colectiva Juntas.
De acuerdo con la activista de Aquesex, si las autoridades no desearan que existieran manifestaciones, tendrían que generar las condiciones para que las mujeres vivan en un estado que garantice sus derechos a vivir libres de violencia, así como que puedan acceder a otros derechos como el poder vivir una maternidad que no sea forzada.
“Pienso que tiene que tiene que ver con lavarse las manos con lo que ocurrió después, no solo con las manifestaciones; sino posteriormente, con la criminalización de la protesta; es decir, no hay una criminalización de las mujeres queretanas, sino de las personas que vienen de fuera. Siempre ha sido su manera de lavarse las manos, y no asumir que criminalizan la protesta”, declaró.
En tanto, Yuriria Pérez de la Colectiva Juntas apuntó que este tipo de declaraciones de las y los funcionarios públicos contribuye a criminalizar la protesta, además de ser lamentables y peligrosas, en un contexto de tanta violencia como México y Querétaro.
“No se gana nada al criminalizar la protesta, más que seguir perjudicándonos a nosotras las mujeres. Se manda un mensaje de que además de ser violentadas por las condiciones de desigualdad en el estado y en el país, también se nos va a reprimir cuando queramos alzar la voz”, agregó.
Señaló que la creencia que existe en Querétaro, de acusar a foráneos de provocar la violencia u otros problemas en el estado, tienen tintes de discriminación y xenofobia, lo que pone a la entidad como una sociedad cerrada que no asume responsabilidades; por lo que afirmó que desde la colectiva se suman al apoyo del movimiento para no permitir que se criminalice a las mujeres.