Integrantes de diferentes colectivos de movilidad en Querétaro se manifestaron en contra de los puentes “antipeatonales” que se están construyendo por la obra de Paseo 5 de Febrero, pues consideran que estos espacios se vuelven más inseguros para los peatones y ciclistas, indicó Adriana Rangel, ciudadana ciclista. Agregó que durante la obra no se condicionó una ciclovía y banquetas provisionales, por lo que se convirtió en un espacio peligroso.
En su pliego petitorio consideraron que es indignante, que aún con lo largo y el costo que ha tenido la obra, no se haya considerado que fuera apegada a la pirámide de movilidad. Opinaron que, si ya se habían retirado los puentes y se había hecho inversión, lo ideal hubiera sido que se colocarán pasos a nivel de piso.
«Para parase y dejar que toda la gente cruce. ¿Por qué hacemos puentes antipeatonales? En otro mundo los puentes los están tirando y en Querétaro los puentes los están levantando. Ha habido estadísticas donde en los puentes las personas las asaltan, las mujeres no se sienten seguras, los puentes nunca les dan mantenimiento, siempre están sucios», manifestó Adriana Rangel.
Indicaron que sólo se presentaron y se difundieron renders; por lo que jamás se presentó un proyecto ejecutivo sobre Paseo 5 de Febrero, además que siempre se habló de imágenes objetivo.
Señalaron que les llaman puentes “antipeatonales” porque no cumplen con la seguridad, equidad y accesibilidad que toda persona peatona tiene como derecho. La única función de un puente “antipeatonal” es no incomodar la velocidad del automóvil. Cabe señalar que los asistentes caminaron y rodaron en sus bicicletas por el carril confinado desde la Plaza del Mariachi a la construcción del puente del Centro Universitario de la UAQ y 5 de Febrero.