La vivienda se encarece tanto en Querétaro que en la zona centro son abandonadas porque se vuelve difícil o hasta imposible mantenerlas para la mayoría
El estado de Querétaro ha firmado un convenio de colaboración con la empresa Airbnb, dedicada a la renta de alojamientos a particulares y turistas mediante su aplicación digital; lo que podría promover la gentrificación, que se define como un proceso que provoca un desplazamiento paulatino de los vecinos empobrecidos del barrio por otros de un nivel social y económico más alto, afirmó Andrés De la Peña, periodista de la organización Zona Docs, Periodismo en Resistencia.
De la Peña explicó que se ha observado la existencia de una burbuja inmobiliaria en el estado de Querétaro: hecho que incrementa la inversión en el sector de la vivienda, pero, a su vez, la encarece y vuelve más exclusiva para personas con menor poder adquisitivo. Esta burbuja inmobiliaria, explicó, se ha propiciado por el crecimiento de vivienda del sector medio y de lujo; lo que ha atraído el interés de inversionistas. En consecuencia, se han vendido más viviendas como inversiones; lo que ha incrementado la especulación y, a su vez, los precios. Mientras tanto, comentó, en la zona centro las viviendas se han abandonado por que la gente ya no puede pagarlas.
«Estos convenios si pueden promover más gentrificación y más expulsión de personas, yo trabajo también con el Observatorio de Ciudades del Tecnológico de Monterrey haciendo análisis de datos urbanos y muy recientemente publicamos un trabajo que hicimos sobre Querétaro donde hablamos con expertos en urbanismo y desarrollo urbano y parte de las cosas que nos mencionaban es que el crecimiento ha sido enorme en muy poco tiempo el dela Ciudad, que las partes más céntricas se han ido vaciando, la gente no le alcanza la renta», manifestó Andrés De la Peña.
Residencia líquida
Por su parte, señaló que los gobiernos que han firmado convenios con Airbnb son Sinaloa, Querétaro, Ciudad de México, Quintana Roo, Estado de México, Jalisco, Oaxaca, Baja California, Guerrero, Yucatán, Baja California Sur y Colima. Cabe destacar que con el modelo de negocios de Airbnb las empresas convierten el suelo urbano de vivienda en alojamiento de corto plazo. Esto reduce la oferta de vivienda y en consecuencia hay un incremento de los precios.
Por ejemplo, en ciudades como Nueva York se ha medido el impacto económico en el precio de las viviendas cuando se introduce Airbnb, el cual refleja que por cada uno por ciento de viviendas que se dedican a este giro, en una colonia el precio de la renta incrementa hasta en 1.5 por ciento. Además, mencionó que por cada hotel o cuarto que se renta en la plataforma de Airbnb se requiere quitar un departamento, una casa o un cuarto del mercado de vivienda de largo plazo, el cual terminará en el sector de hospedajes turísticos.