Paseo 5 de Febrero es una obra intransitable para las personas con discapacidad pues, además de reducir las banquetas, les quitaron espacios de estacionamiento afuera del IMSS y está mal señalizado, señaló Mauro Moya Carvajal, activista y usuario de silla de ruedas, quien afirmó que, aunque ha habido avances en movilidad en Querétaro, aún falta mucho por hacer para garantizar espacios verdaderamente accesibles.
Al asistir a los foros en torno a la construcción de la Ley de Movilidad que se trabaja en la LXI Legislatura local, el activista lamentó que, aunque es una obra reciente en Querétaro, ha generado diversas críticas en torno a la movilidad y accesibilidad para personas con discapacidad. Además, destaca que las rampas, accesos y estacionamientos no cumplen con un diseño universal real, a pesar de que las autoridades han asegurado lo contrario.
“Porque realmente los espacios no fueron pensados para personas con discapacidad, que son usuarios de una silla de ruedas, de una andadera. Nos quitaron espacios, nos quitaron banquetas, no hay señalización, a veces hay hoyos. Están unos fierros ahí, nada más los taparon con una placa de acero, eso no es accesibilidad. No hay un diseño, no es accesible para las personas”, afirmó Mauro Moya.
Sin inclusión
Mauro Moya explica que más allá de una rampa o un espacio de estacionamiento, la inclusión debe contemplar señalización adecuada, pictogramas, nomenclaturas y la correcta colocación de elementos urbanos. Otro punto de conflicto es la falta de consulta a personas con discapacidad antes y durante la ejecución del proyecto.
Además, señaló que los puentes peatonales, que supuestamente cumplen con estándares internacionales, tampoco son accesibles para todos, pues no consideran el grado de discapacidad de cada persona y no todos pueden cruzarlos sin dificultad.
Sin obligatoriedad
El activista subraya la necesidad de que las reglas de accesibilidad sean obligatorias y no solo sugerencias, pues hace más de 10 años existe un catálogo de recomendaciones de accesibilidad, pero sigue sin ser una norma oficial, por lo que, dijo, no puede quedar a voluntad de las autoridades; debe ser obligatorio. Finalmente, señaló que, aunque en 2015 se aprobó la creación de la Coordinación de Inclusión Social para Personas con Discapacidad, actualmente carece de presupuesto y personal suficiente en el área para operar correctamente.