Foto| Ruth Soto
La crisis de escasez de agua en Querétaro se ha intensificado debido a una combinación de factores, tales como la contaminación, sobreexplotación, urbanización acelerada y acaparamiento. Esta situación afecta a importantes cuerpos de agua de la región, incluyendo el río Querétaro, el río El Pueblito y el arroyo Jurica.
Expertos en el tema destacan que una de las principales deficiencias en nuestro país es el tratamiento inadecuado de las aguas municipales. Estas aguas, que son una mezcla de descargas domésticas y residuales de establecimientos comerciales, presentan un desafío significativo para su tratamiento y posterior reutilización.
Aguas negras
Frente a esta situación, especialistas concluyen que una buena opción sería impulsar la iniciativa de, desde casa, reducir la generación de aguas negras. El ingeniero Carlos Iván Aguilar, químico analista en el laboratorio de calidad de agua y suelo de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), propone que el agua, dada su escasez, debería ser utilizada principalmente para cuestiones de aseo y, tras ser filtrada, para el consumo humano, en lugar de ser contaminada con desechos. Este enfoque, aunque más costoso, podría ser una medida efectiva para mitigar la crisis actual.
«En el uso doméstico, más para bañarnos, asearnos, beberla con un filtro, que en vez de defecar en ella, porque evidentemente se vuelve muy costoso, la operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, el estado tiene que invertir en el mantenimiento, en la operación», manifestó Carlos Iván Aguilar.
Un reporte de la asociación Bajo Tierra Museo del Agua revela que los acuíferos, ríos y presas de la Zona Metropolitana de Querétaro presentan distintos grados de contaminación, con muchos de ellos clasificados dentro del parámetro de «altamente contaminado», lo cual los hace no aptos para el consumo humano.