Desde las tres de la tarde, decenas de mujeres de todas las edades se concentraron cerca de la UAQ; algunas con mascotas o en grupos
Más de tres mil 500 mujeres se sumaron a la manifestación, que inició en plaza del estudiante de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), para exigir un alto a la violencia de género y llamaron a que cese la criminalización de la protesta y a que existan espacios pacíficos. Desde las tres de la tarde, decenas de mujeres de todas las edades se concentraron cerca de la UAQ; algunas con mascotas o en grupos. El frente, lo encabezaron quienes han sido víctimas de violencia.
Una de las integrantes de este contingente era Mary, cuya sobrina originaria de Querétaro, fue víctima de feminicidio hace tres años en Playa del Carmen cuando tenía 25 años. Actualmente, el presunto responsable sigue prófugo. Su tía no ha cesado la búsqueda de justicia para quienes, dice, han sido arrebatadas. «Que hagan algo; que sean más duros; que busquen, que no los protejan, porque es lo que hacen. Aquí protegen al culpable y a la víctima nos dejan en el olvido. Es el llamado que hacemos, que nos hagan justicia», dijo.
A lo largo de casi tres horas, miles de mujeres asistieron a la convocatoria de la Red de Mujeres Organizadas, Autónomas y Colectivas Independientes y marcharon por las calles de Hidalgo, Ezequiel Montes, la avenida Constituyentes y concluyeron en el momento a Colón. «La violencia física no es la única que ha ido en aumento. Se trata también de las agresiones psicológicas y la violencia económica que se ha suscitado desde que primer confinamiento en el 2020», señaló una de sus integrantes en Ezequiel Montes, quien asegura, este es uno de los delitos que mayormente se cometen en el estado.
«También existe la violencia que nadie ve. La violencia que nadie cree, la violencia en nuestros hogares de la cual las mujeres y niñas hemos sido víctimas, pues en un estado autodenominado provida, la violencia patriarcal asesina a las mujeres desde el primer día del año. No nos permiten decidir sobre nuestros cuerpos, ignoran la diversidad, evitan la educación sexual y limitan los derechos de las mujeres», abundó.
Otro de los contingentes que formaron parte de esta manifestación estuvo integrado por aquellas que se sumaron por primera vez. Itzel es una de ellas y reconoce que, solo por ser mujer, se sufre algún abuso; por lo que menciona que es necesario que se pongan en el lugar de las víctimas y se les apoye. «Principalmente, el gobierno que tome realmente en cuenta lo que es apoyar a las víctimas de todo tipo de feminicidios y agresiones», dice.
Durante la protesta, también existió un contingente de mujeres trans, y las participantes ondeaban la bandera característica con colores rosa, azul y pastel. Melissa, una de las integrantes de la Red de Mujeres Organizadas, Autónomas y Colectivas Independientes, aseveró que no debe excluírseles del movimiento, ya que, debe existir unión entre las mujeres. Finalmente, la manifestación concluyó en el monumento a Colón, en donde, se colocó un tendedero para que las participantes denunciaran a sus agresores. Entre las participantes, también se encontraba Valeria Guerrero, la exdirectora del Instituto Queretano de las Mujeres (IQM).