La persona afectada señaló que veían a su familiar de manera mensual, cuando anteriormente podía ser hasta dos veces por semana
Familiares de la población reclusa de un Centro de Readaptación Social (Cereso) en el estado de Querétaro acusaron que, a pesar de que se han relajado las medidas de salubridad contra Covid-19 en otros espacios, esto no ocurrió en el reclusorio y dichas reglamentaciones siguen vigentes; lo que dificulta la visita a los internos de estos centros y generó inconformidad a los visitantes que no haya un aumento en el número de citas de convivencia, comentó de manera anónima una de las afectadas, quien pidió el anonimato y no especificar el Cereso en cuestión por temor a represalias.
«Como familiares se no ha imposibilitado el poder ver a mi hermano que está interno ahí de manera regular por esto del Covid, pero como ya se abrieron los protocolos, ya está menos difícil, aunque sigue habiendo contagios, todo esto ya está menos difícil la situación, el centro no ha cambiado su postura y tenemos derecho a verlo una vez al mes, media hora», manifestaron.
Pese a vacunación, continúan medidas
Desde el inicio de la pandemia por este virus en 2019 se endurecieron las medidas para evitar el contagio entre la población recluida en este centro penitenciario, con ello las visitas por parte de sus familiares se vieron restringidas de manera significativa. La persona afectada señaló que veían a su familiar de manera mensual, cuando anteriormente podía ser hasta dos veces por semana. Así mismo, explicó que el registro de visitas se hace a través de una plataforma digital, pero su efectividad es poca y hubo ocasiones que no registro su visita, quedándose sin poder ver a su allegado que se encuentra recluido en diversas ocasiones.
Así mismo, añadió que las autoridades a cargo del Cereso no les han dado justificaciones para que sigan estas reglas de salud, ya que la población interna está vacuna contra Covid-19 y podría ser posible, desde su perspectiva, un regreso a las visitas anteriores. La afectada narró que la convivencia es través de un cristal y no hay contacto físico, cuestión que vulnera la experiencia de estar con sus seres queridos.