📸 Foto: Alexis Meza
Cuando una persona pasa más de 5 horas diarias en las redes sociales ya se les puede considerar una adicción; lo que puede generar cuadros de ansiedad, aislamiento y depresión, de acuerdo con el psiquiatra Francisco León Salazar. La adicción a las redes sociales puede provocar problemas en el desempeño laboral o académico, así como el generar problemas en las parejas sentimentales, agregó.
La adicción a las redes sociales y videojuegos puede conducir a otras adicciones como el tabaco o el consumo de alcohol, pues provocan la liberación de dopamina, la cual genera placer y gusto de manera inmediata; lo que fomenta a que dicha adicción se incremente.
Las redes sociales abonan a reforzar la autoestima de una persona; lo que provoca niveles de dopamina altos; sin embargo, cuando una persona es juzgada en redes sociales o pierde seguidores hace que la misma caiga en algunos de los cuadros depresivos mencionados. Explicó que la convivencia de las redes sociales es una “herencia” que dejó la pandemia Covid-19 y que ha provocado que se tenga menos interacción física.
«Es un deseo persistente y que ocasiona disfunción u ocasiones problemas en el ámbito laboral, familiar, en el ámbito de pareja, todo por estar dentro de las redes sociales, ya sea Facebook, Instagram, twitter (sic), incluyendo WhatsApp. Finalmente, se le dedica mucho tiempo, hay un periodo en el que prácticamente se le dedican mucho tiempo a las redes sociales y esto hacer que empiecen a tener problemas tanto en su desempeño laboral, como en su desempeño familiar o académico inclusive», destacó el especialista.
Edad
También aseguró que varios psiquiatras han coincidido en que la probabilidad de generar una adicción a las redes sociales aumenta cuando las personas comienzan a utilizarlas siendo menores a los 12 años; por lo que se hace la recomendación de que los menores no hagan uso de estas mismas.
Comentó que en casos graves se han tendido que brindar tratamientos farmacológicos para poder tratar a los pacientes que tienen este tipo de adicción. Consideró que algunos métodos preventivos para no generar una adicción de este tipo es no empezar en el uso de las mismas en todas las plataformas sociales, así como usarlas con mayor conciencia.
Estudio
En un estudio realizado por el Instituto Municipal de Salud del Municipio de Corregidora a un grupo de 30 personas entre los 13 y 25 años de edad que utilizan las redes sociales, se les diagnosticó entre depresión “severa” y “muy severa”.
Este estudio se basó en el denominado “cuestionario de salud del paciente” en donde se destacó que de estos 30 jóvenes el 6.6% tuvieron como resultado el tener “depresión moderada”, otros 53.3% se diagnosticó con “depresión ligera” y únicamente el 13.3% no registraron depresión alguna.
Por otro lado, el profesor e investigador de Comunicación Política y Cultura Digital, Sergio Rivera Magos, mencionó que actualmente se tiene al 70% de la población mundial conectada al internet, quien reconoció que el uso correcto de las redes sociales puede tener múltiples beneficios; sin embargo, puede generar consecuencias como las adicciones.
«Se están viendo en los adolescentes, en los jóvenes, en esta generación que conocemos como generación Z, son usuarios intensivos de redes sociales, están presentando cuadros de ansiedad, depresión, trastornos del sueño, adicción al teléfono móvil. Las redes sociales son exitosas porque están en el teléfono móvil que nos permite movilidad, portabilidad, consumo en cualquier lugar y a cualquier hora», destacó Sergio Rivera.
Contenido
Indicó que la desinformación es uno de los principales problemas de las redes sociales, pues en ellas se generan las denominadas fake news, las cuales suelen ser más atractivas que la información real, y abonan a la polarización. De acuerdo a un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts, una fake new tiene un 70% más probabilidades de volverse viral que una noticia real.
Agregó que el uso excesivo de las redes sociales puede ocasionar trastorno del sueño, además de los cuadros de ansiedad mencionados; indicó que el “punto de quiebre” de las redes sociales se generó en el 2010, cuando se intensificó el uso de las mismas y se volvió a potencializar en la pandemia Covid-19.