El 5 de junio de 2009, la declaratoria de la Peña de Bernal como área natural protegida entró en vigor
La protección decretada para la Peña de Bernal, en Ezequiel Montes, como área natural no ha sido efectiva, pues desde el impulso de este sitio como destino turístico, hasta la fecha, la oferta hotelera ha incrementado más de 300%; lo que genera el desgaste de la zona por la afluencia turística y el aumento en la extracción del agua para cubrir los servicios básicos que requiere la atención a los visitantes, advirtió el profesor Gerardo Ayala, quien resaltó que la falta de regulación en la actividad turística ha causado contaminación en el lugar, lejos de lo contemplado en el Plan de Manejo establecido desde el 2011.
El 5 de junio de 2009, la declaratoria de la Peña de Bernal como área natural protegida entró en vigor; lo que contemplaba la regulación armónica de actividades humanas que propiciaran el desarrollo del lugar sin afectar la vida silvestre ni a los lugareños establecidos en una extensión de 263.9 hectáreas.
Especies amenazadas
En el estudio desarrollado por las autoridades estatales, son descritas 71 especies animales, algunas de ellas en categoría riesgo y amenaza, según la Norma Oficial Mexicana 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Federación.
La flora y fauna, así como los recursos hídricos y pétreos debían ser conservados, según establece el Plan de Manejo de la Peña de Bernal, publicado en el Periódico Oficial La Sombra de Arteaga dos años después de la declaratoria de área natural protegida para este polígono.
Este mismo documento establece que el crecimiento poblacional y la instalación de viviendas y hoteles eran factores de riesgo por deterioro de la zona. Hacia el 2003, el censo de hoteles ubicaba en total 21 unidades de hospedaje en la zona circundante al monolito; el estudio más reciente publicado por Datatur, indica que en Bernal hay oferta hotelera de 76 establecimientos con este giro a través de distintas categorías, y hasta 811 cuartos disponibles para los turistas.
Al respecto, Gerardo Ayala, activista y habitante de la región, denunció que el aumento en la oferta hotelera implica mayor desgaste por el uso de agua potable y la falta de una red adecuada para el manejo del drenaje, además de la contaminación del suelo y auditiva que estas actividades generan.
«El senado exhorta a la Secretaría del Medio Ambiente de la Delegación Querétaro a evaluar la posibilidad de decretar sistema nacional de protegidos del estado de Querétaro, en un área natural protegida de correspondencia federal, para asegurar su condición permanente, es decir hay un marco legal muy claro para esa tarea, sin embargo, lo que hemos visto en los últimos 20 años es el crecimiento exacerbado de hoteles, de puestos de artesanías, de llegada de más de 300, 400 vehiculos, motos, cuatrimotos, racers, es decir, no solo no se está cuidadno la Peña de Bernal, se está destruyedno la Peña de Bernal», denunció.
El estudio publicado por la Secretaría de Turismo indica que en Bernal no existe infraestructura para el tratamiento de aguas residuales, mientras que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) enlista al Arroyo de Bernal entre los cauces que tienen mayor contaminación en el estado, por incumplir los parámetros de demanda química y bioquímica de oxígeno, la presencia de Escherichia Coli y otros contaminantes de origen doméstico.