La campaña política que ejerció Morena en contra de la llamada Ley de Aguas durante el pasado proceso electoral, le «pegó» fuertemente al PAN, particularmente en la elección de diputaciones, reconoció el diputado panista, Guillermo Vega. El legislador acusó que Morena utilizó este tema como una bandera política para agraviar al Partido Acción Nacional y desgastar su presencia ante la ciudadanía, lo que dijo, le funcionó bien.
Lo anterior, al destacar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), declaró hace unos días, como constitucionales los artículos 74 y 75 de la Ley de Aguas, ante los cuales la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República promovió una acción de inconstitucionalidad.
Resaltó que con esta determinación de la Corte aclara que la Ley de Aguas en Querétaro es constitucional y aclara que ni se privatiza el servicio ni se incumple con el derecho humano al agua, ya que el Estado sigue siendo el garante del acceso al líquido, aunque puede apoyarse en privados para cubrir la demanda.
Principio
Guillermo Vega acusó que la narrativa promovida por Morena fue puramente electoral y carente de sustento legal, aunque reconoció que fue efectiva, influyente en la integración de la actual legislatura.
El legislador panista dijo que el debate sobre el agua en Querétaro debe ser más serio, pues el estado enfrenta una crisis hídrica real que requiere regulación del crecimiento urbano y planeación a largo plazo, al advertir que el «sueño queretano» que hoy se vive, podría convertirse en «una pesadilla queretana” de no tomar medidas al respecto.
Finalmente, el legislador señaló que tras la resolución de la Corte, ahora corresponde a la Comisión Estatal de Aguas (CEA), así como a las Juntas de Agua Potable y los organismos operadores locales, aplicar con responsabilidad el criterio de garantizar el mínimo vital de 50 litros diarios por persona.
No obstante, reconoció que este umbral puede necesitar ajustes en situaciones específicas como las olas de calor, por lo que hizo un llamado a establecer calendarios estacionales y protocolos técnicos que aseguren el cumplimiento del derecho humano al agua sin comprometer la viabilidad del sistema.