El sector económico secundario emplea al 43% de la población, particularmente para la fabricación de muebles y la creación de piezas de mármol, así como la industria textil; mientras que el sector terciario ocupa al 42.2% de la población y el sector primario al 14.2%
El 54.1% de la población económicamente activa en Cadereyta percibe menos de 10 mil pesos mensuales, lo que, en suma a la baja generación de empleos, implica una base económica débil para la demarcación, según el diagnóstico de desarrollo económico incluido en el Plan de Desarrollo del Municipio.
El documento elaborado por la administración municipal detalla que actualmente hay insuficiencia de empleos, y los existentes ofrecen ingresos por menos de dos salarios mínimos al día, que, con apego a la actualización hecha en enero de este año por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), actualmente equivale a 345.74 pesos por día.
Según el análisis hecho por el Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el año 2015 al menos el 2.41% de la población de este municipio percibió ingresos inferiores a la línea de bienestar.
El sector económico secundario emplea al 43% de la población, particularmente para la fabricación de muebles y la creación de piezas de mármol, así como la industria textil; mientras que el sector terciario ocupa al 42.2% de la población y el sector primario al 14.2%.
En combinación con las actividades de manejo ambiental para la preservación de los recursos naturales, el Plan de Desarrollo incluye una serie de programas destinados al embellecimiento de espacios públicos como parte de las estrategias de fomento al comercio y sector de servicios, a través del turismo.
Esta estrategia contempla a la promoción de los espacios y tradiciones de atractivo para los foráneos como un área de oportunidad para detonar el desarrollo económico de la región.
De igual modo, incluye un programa para fomentar la gastronomía que caracteriza a esta región como otro de los atractivos turísticos como posibilidad de impulsar la derrama económica de las comunidades establecidas en este municipio y así favorecer la mejora económica de las familias.
Hacia el 2015, Coneval reportó que hasta el 42.5% de la población de este municipio vivía en pobreza moderada y 9.36% en condiciones de pobreza extrema.