Al menos 18 familias de las más de 240 que habitan esta comunidad se han visto particularmente afectadas por la falta de suministro
Por más de un año, las familias que habitan las comunidades de la zona indígena de Tolimán han padecido la falta de acceso al agua potable; pobladores de Mesa de Ramírez y otras localidades cercanas tienen acceso a este recurso dos veces al mes o menos, siendo las áreas altas las más afectadas.
Al menos 18 familias de las más de 240 que habitan esta comunidad se han visto particularmente afectadas por la falta de suministro, ya que mientras quienes habitan en la zona baja y media de la comunidad pueden abastecerse con botes y garrafas cuando las pipas son enviadas a la región, quienes viven en la zona alta no alcanzan este recurso.
«Somos 18 familias, no nos beneficiamos del agua de aquí, sí está bien que aquí manden agua para los demás, pero nosotros no nos beneficiamos, así de fácil, ahora, nuestros recibos, yo no pagué el mes pasado y tampoco pienso pagar esta vez porque no voy a pagar algo que no he consumido, yo no voy a pagar», manifestó una de las habitantes de Mesa de Ramírez.
En promedio, las familias de Mesa de Ramírez pagan hasta 300 pesos al mes por el servicio del agua, sin embargo, este recurso está disponible únicamente por algunas horas, usualmente en las noches y uno o dos días al mes. Lo mismo ocurre en comunidades cercanas, como Bomintzha.
Según la Organización de las Naciones Unidas, cada persona debe tener garantizado el derecho de acceder al agua para cubrir sus actividades básicas cotidianas, es decir, contar con al menos 50 o 100 litros por día.
Los habitantes de la zona hicieron el llamado a la CEA para que atienda sus peticiones y verifique la labor de los trabajadores del organismo, ya que los cobros les parecen arbitrarios. Además, acusaron de malos tratos y actitud déspota a la encargada de la oficina sede en este municipio.