La presa de El Batán tampoco es una opción para poder traer agua a la zona metropolitana de Querétaro, ya que es agua que está contaminada, consideró Teresa Roldán de Voceras de la Madre Tierra, respecto al proyecto anunciado por el gobernador Mauricio Kuri y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Explicó que el agua de esta presa, como lo es la de Zimapán, tiene presencia de disruptores endocrinos y varios químicos que, aunque sea tratada muchas veces no son visibilizados en las normativas actuales; por lo que señaló que esto podría convertirse en una potencial emergencia de salud futura, debido a la falta de detección y regulación de contaminantes en el agua.
“Hemos visibilizado que el tratar agua que ya tuvo uso y que además, contiene disruptores endocrinos, entre ellos, contiene diversos químicos que en las diferentes normas no son visibilizados ahí estaríamos teniendo tentativamente una emergencia de salud a futuro”, lamentó Teresa Roldán.
Por su parte, Francisco Landa, de “Nosotrxs y de Agüita Vida y Territorio”, señaló que también se utiliza el modelo de trasvase de agua, que es poco sustentable, así como que no se ha cuestionado las afectaciones que se tienen por seguir permitiendo el acaparamiento.
Así mismo tampoco se están pensando en las complicaciones socioambientales del proyecto. Finalmente coincidieron en que este proyecto tampoco garantizará el abasto de agua a 20 años en una primera etapa y a 50 años cuando se construya Acueducto III como se prometió, tal como tampoco se logró el abasto por 50 años con Acueducto II.