Foto. CCIPA Centro de Cuidados Incluyente Punto Arcoíris
El Centro de Cuidados Incluyente «Punto Arcoíris» opera como un espacio donde personas de la comunidad LGBT+ cuidan activamente a adultos mayores y personas en situación de calle, rompiendo estigmas desde el barrio de San Francisquito, comunicó Walter López, vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No-Discriminación y el Estado Laico.
Ofrecen diversas actividades que buscan generar vínculos solidarios y transformar el rechazo en reconocimiento, entre otros servicios, no solo a personas de la comunidad sino a otros sectores vulnerados.
Explicó que el proyecto nació del Frente Queretano por el Derecho a la No-Discriminación y el Estado Laico, en conjunto con la Iglesia Incluyente Puentes de Luz, como una forma concreta de poner en práctica la llamada “cuidadanía” un concepto creado por las organizaciones y que prioriza que una sociedad debe de pensar los cuidados como una tarea colectiva.
«No tenemos un programa específico para la comunidad LGBT, tenemos muchas cosas, pero lo más importante es que las personas de la comunidad. Eso es lo que nos diferencia de otros lugares, es que las personas LGBT somos las que servimos a las personas mayores, a las personas sin hogar, a otras comunidades y esto es muy bonito porque queremos que la gente de San Francisquito cuando les digan un mensaje de odio, «¿Ya te diste cuenta que son LGBT?» Digan «Sí, pero me cuidan más que mi familia» y eso va a ser la gran transformación mental y social», destacó Walter López.
Explicó que más que un espacio asistencial, se trata de un modelo comunitario que combate el aislamiento, promueve la salud mental y refuerza el sentido de pertenencia barrial. Detalló que en el sitio se realizan desde talleres de meditación hasta juegos para provocar conversaciones profundas, todo bajo una metodología que busca construir comunidad con base en la empatía.
Servicios gratuitos
Recordó que ofrece servicios gratuitos tales como el uso de baños con artículos de higiene y cambio de ropa para personas sin hogar, sesiones de meditación, ejercicio físico terapéutico, pláticas sobre alimentación saludable y arteterapia para trabajar emociones mediante actividades manuales y creativas.
También se realizan círculos comunitarios para la conversación segura sobre identidad, espiritualidad y vínculos barriales, así como charlas mensuales tipo TED y juegos participativos que fortalecen el sentido de comunidad.
Finalmente dijo que las actividades se desarrollan tanto en su sede ubicada en la calle Industria #55, esquina con Los Mendoza, en San Francisquito, como en espacios públicos como la Alameda y las canchas del barrio, buscando un modelo de cuidados incluyente, colectivo y sin costo.