Las plazas de docentes y directivos en los Comedores del Niño Indígena en Querétaro están siendo transformadas en puestos administrativos provisionales, según denunció Estela Hernández Jiménez, defensora de los derechos humanos y docente otomí, es por esto que se manifestaron afuera de la Unidad de Servicios para la Educación Básica del Estado de Querétaro (USEBEQ).
Estos cambios, realizados en espacios como los comedores Josefa Ortiz de Domínguez y Sor Juana Inés de la Cruz, tras las jubilaciones de dos docentes que tenían plazas dobles, son percibidos como parte de un ataque sistemático contra la educación indígena, ya que han sido injustos y sin transparencia.
Por esto dijo no solo es una reorganización administrativa de las plazas, sino también un intento de desmantelar espacios educativos destinados a los pueblos originarios y borrar identidad de las comunidades, además señaló que, desde enero de 2024, las dos plazas vacantes no han sido cubiertas.
Educación
Consideró que las autoridades buscan invisibilizar y eventualmente eliminar la educación indígena al transformar las plazas docentes en posiciones administrativas sin derechos laborales, por lo que considera son acciones que son parte de una estrategia más amplia que incluye la cancelación de claves educativas y la desaparición de este tipo de comedores, lo que calificó como agresiones directas a los pueblos indígenas.
“Que se resuelva la asignación de claves docentes y directivas a los comedores del niño indígena, en Santiago Mexquititlán y Chiltejé de Garabato, pertenecientes a la zona escolar 101 y 103. Lo otro, es que, si nos vamos a quedar aquí, desde el 11 de junio, de manera escrita nos atendió la licenciada Irene Quintanar, coordinadora de Usebeq. Pero, desde antes, desde diciembre de 2023, en enero que se jubilaron los compañeros, ellos ya estaban enterados y nosotros estábamos exigiendo la convocatoria a la asignación de estos espacios. Ellos le apuestan al desgaste”, informó Estela Hernández.
Además, Hernández criticó la falta de equidad en los procesos de selección para ocupar estas plazas, señalando que no se respetó el idioma otomí ni se proporcionaron intérpretes, lo que ha marginado a las comunidades indígenas de participar en estos procesos de manera justa.
Finalmente exigió que se mantengan las plazas con claves docentes y directivas en los comedores, y llamó a las comunidades y docentes a resistir contra lo que considera una política de destrucción de la educación indígena.