Rufina Valencia Hernández, fundadora y corazón de “Villa Cactus”, proyecto artesanal que busca conservar las tradiciones gastronómicas de su comunidad, utilizando como ingrediente principal el nopal, en la elaboración de sus productos comestibles. A través de su pasión por la cocina, Rufina ha logrado fortalecer la identidad de la comunidad de Villa progreso, Ezequiel Montes, mientras refleja la riqueza del patrimonio gastronómico local.
Rufina relata que desde los 10 años de edad, su madre le enseñó a preparar comida a base de frutos de la región, como el nopal y el xoconostle en distintas formas. Es así, que a través de más de 50 años de esfuerzo y dedicación, ha perfeccionado sus recetas, combinando los sabores tradicionales con la innovación, y mostrando la versatilidad que tiene este ingrediente tan representativo de México y en la comunidad.
En este sentido, Rufina explicó que el nombre de su proyecto fue elegido en honor a su comunidad y al ingrediente principal que da origen a la mayoría de sus productos: el nopal.
Villa Cactus ofrece una variedad de productos, entre ellos: licores de xoconostle, nopal, guamichi y anís, empanadas, galletas, buñuelos, tortillas, dulces enchilados de xoconostle, pan con canela y piloncillo, dulces de tamarindo, xoconostle en almíbar y cristalizado, mermeladas de nopal, guamichi entre otras. “También elaboramos otras mermeladas dependiendo la temporada de la región, que son de durazno, higo, zarzamora” añadió Rufina.
En cuanto a la elaboración del pan, destacó que el proceso tradicional de su preparación es lo que lo distingue por su sabor dentro de la comunidad. «Se percibe la diferencia en el sabor, porque cada lugar tiene su propio sazón», reiteró. Algunas piezas destacadas son los puerquitos, pan de piloncillo relleno, y el pan de pulque. Además, mencionó que la elaboración del pan en la zona, se realiza desde el siglo pasado y que su familia es la cuarta generación que continúa elaborándolo en la localidad.
Por otro lado, mencionó que sigue trabajando en la consolidación de su espacio dedicado a la cocina tradicional, donde ofrece una variedad de platillos y bebidas tales como como nopales de santo, tostadas, agua de nopal, agua de xoconostle, y mole de conejo. Donde también ofrece sus productos artesanales, como licores y mermeladas. “Los utilizamos como aperitivos o digestivos, y caen muy bien para degustar” comentó.
En cuanto a los ingredientes con los que elabora los productos y platillos, mencionó que recoge algunos frutos de temporada de las zonas naturales de su pueblo y del cerro cercano.
Finalmente, la artesana Rufina comentó que, a través de su proyecto Villa Cactus, busca promover la preservación de las tradiciones culinarias. Donde resaltó la importancia de no dejar de consumir estos productos, que son parte de nuestras raíces y beneficiosos para la salud. “Debemos continuar apoyando a quienes tienen estos conocimientos, para no perder lo que nuestros ancestros nos dejaron, y así fortalecer nuestra identidad como comunidad» concluyó.